viernes, 24 de abril de 2009

Presentación Corral de locos en UNAH-VS

Era una buena tarde -ya casi noche-, amenazada por los alumnos de la carrera de derecho -para variar- con tomarse la universidad, pero era una buena tarde. Pudo haber sido mejor, pero ni modo.
Estábamos allí, Mario Gallardo, Jorge Martínez y yo, presentando el primogénito de la editorial mimalapalabra y el mío también, literario... el segundo biológico.
Bajo la advertencia de la informalidad del acto, asistió poco público, el necesario quizá, pues prefiero que hayan diez con cerebro, que 200 acéfalos haciendo bulto.
Helen Umaña, Sara Rolla, Marta Susana Prieto y Armando García, sangre azul de la literatura hondureña, parecieron aprobar mi "Corral de locos" en su primera aparición pública.
El lugar lógicamente estaba vacío y sólo había allí algunos amigos solidarios y ciertos compañeros alumnos de la carrera de letras, el evento se realizó en un auditorio de una asociación de estudiantes religiosos y cuando di lectura a algunos de mis textos, presentí que el administrador del local, un tipo con cara de enojado que se veía al fondo del salón sentado en su -al parecer- cómoda silla, se levantaría y reclamaría por las palabras dichas en su santuario, luego de la lectura de algunos de mi poemas.
A continuación algunas imágenes del evento, realmente era una buena tarde, pero cerraron la universidad y tuvimos que irnos a casa temprano.





Fotografías de Rose Mary de Andino


sábado, 4 de abril de 2009

Los cantos de Maldoror

El ángel caído. Gustave Doré

Conde Lautreamont
Fragmento de Los cantos de Maldoror (canto segundo)

Era un día de primavera. Los pájaros derramaban sus cánticos en alegres trinos y los humanos, que habían acudido a sus distintas obligaciones, se bañaban en la santidad de la fatiga. Todo trabajaba en su destino: los árboles, los planetas, los escualos. ¡Todo, excepto el Creador! Estaba tendido en el camino, con las ropas desgarradas. Su labio inferior pendía como un cable somnífero; sus dientes no habían sido lavados y el polvo se mezclaba con las rubias ondas de sus cabellos. Amodorrado por un pesado sopor, molido por los guijarros, su cuerpo hacía inútiles esfuerzos para levantarse. Sus fuerzas le habían abandonado y yacía allí, débil como la lombriz, impasible como la corteza. Chorros de vino llenaban los agujeros excavados por la nerviosa agitación de sus hombros. El embrutecimiento, de porcino hocico, le cubría con sus alas protectoras y le lanzaba amorosas miradas. Sus piernas, de relajados músculos, barrían el suelo como dos mástiles ciegos. La sangre manaba de su nariz: en su caída se había golpeado la cara contra un poste... ¡Estaba borracho! ¡Horriblemente borracho! ¡Borracho como una chinche que se hubiera atracado durante la noche con tres toneles de sangre! Llenaba el eco de incoherentes palabras que me guardaré mucho de repetir aquí, si el supremo beodo no se respeta, yo debo respetar a los hombres.
CANTO TERCERO (fragmento)
¿Sabíais que el Creador... se emborrachaba? ¡Piedad para ese labio mancillado en las copas de la orgía! El erizo, al pasar, le hundió sus púas en la espalda y dijo: «Ahí tienes eso. El sol está en la mitad de su carrera: trabaja, holgazán, y no te comas el pan de los otros. Espera y verás si llamo a las cacatúas de ganchudo pico.» El picoverde y la lechuza, al pasar, le hundieron todo el pico en el vientre y dijeron: «Ahí tienes eso. ¿Qué pretendes hacer en esta tierra? ¿Has venido a ofrecer tan lúgubre comedia a los animales? Pero ni el topo, ni el casoar, ni el flamenco te imitarán, te lo juro.» El asno, al pasar, le dio una coz en la sien y dijo: «Ahí tienes eso. ¿Qué te había hecho yo para que me dieras orejas tan largas? Ni siquiera el grillo deja de despreciarme.» El sapo, al pasar, le lanzó un chorro de baba a la frente y dijo: «Ahí tienes eso. Si no me hubieras hecho tan grande el ojo y te hubiere visto en el estado en que te veo, habría ocultado castamente la belleza de tus miembros bajo una lluvia de ranúnculos, miosotis y camelias, para que nadie te viese.» El león, al pasar, inclinó su regia faz y dijo: «Por mi parte, le respeto aunque su esplendor nos parezca, de momento, eclipsado. Vosotros, que os hacéis los orgullosos, sois sólo unos cobardes porque le habéis atacado cuando dormía, ¿os gustaría que, en su lugar, tuvierais que soportar, de parte de los que pasaran, las injurias que no le habéis ahorrado?
» El hombre, al pasar, se detuvo ante el desconocido Creador, y, entre los aplausos de la ladilla y la víbora, defecó durante tres días sobre su augusto rostro. ¡Ay del hombre culpable de esta injuria!, pues no respetó al enemigo, tendido en la mezcla de barro, sangre y vino, indefenso y casi inanimado... Entonces, el Dios soberano, despertado al fin por tan mezquinos insultos, se levantó como pudo, tambaleándose fue a sentarse en una piedra, con los brazos colgando, como los dos testículos del tísico, y lanzó una mirada vidriosa, sin fuego, a toda la naturaleza que le pertenecía. ¡Oh!, humanos, sois niños terribles; pero, os lo suplico, respetemos esa gran existencia que no ha terminado todavía de digerir el licor inmundo y, no habiendo conservado fuerzas bastantes para mantenerse en pie, ha vuelto a caer, pesadamente, sobre esa roca en la que se sienta como un viajero. Prestad atención a este mendigo que pasa; ha visto que el derviche le tendía un brazo famélico y, sin saber a quién daba limosna, ha depositado un mendrugo de pan en esa mano que implora misericordia.
El Creador se lo ha agradecido con una inclinación de cabeza. ¡Oh!, ¡nunca sabréis qué difícil es empuñar constantemente las riendas del universo! A veces, la sangre sube a la cabeza cuando se está empeñado en sacar de la nada un postrer cometa, con una nueva raza de espíritus. La inteligencia, demasiado conmovida de los pies a la cabeza, se retira como un vencido y puede caer, una vez en la vida, en los extravíos de que habéis sido testigos.

martes, 31 de marzo de 2009

Retratos de una ciudad enferma en soledad

Fotografías de Murvin Andino

Me parece interesante la manera como una ciudad puede mutar de una forma tan brusca de unas horas a otras. Por el día nos sumergimos en un pequeño mar de gente y cada noche navegamos en la soledad insondable de cada una de sus calles, quizá eso me llame tanto la atención de una ciudad como esta, donde se vive a la velocidad de estrellas fugaces y se muere a una quinientas veces la velocidad de la luz.
Diferentes facetas a continuación representan una ciudad asolada con sus viejas y gastadas calles, de día insoportables, de noche predilectas para esos viajes solitarios de alcohol y romances bajo la luz de algún enfermizo farol.
Intersección 3ra. ave y Ave. Juan Pablo II. S.O.

3era. ave. (Vista de norte a sur. 10.30pm)


3era. ave. (Vista de sur a norte 10.30pm)


Vista de transeúntes de parque Central, desde 4to. nivel de edificio La Gran Villa en día de lluvia





miércoles, 25 de marzo de 2009

Un hipocondriaco con suerte



Murvin Andino

Para morir no es necesario vivir tanto tiempo.
Me vino a la mente otra vez la idea de la muerte como una obligación del ser humano, y yo como ser humano normal, pienso desde ya en que debo cumplir esa regla de la existencia, que diría sería como muchos lo han dicho antes, cambiaría de estado.
Hace todavía unos cinco años me cruzaba por la mente la idea del suicidio. Ahora que cumpliré los treinta años y que recuerdo cuántos escritores y también no escritores han muerto ya a esta altura del vida, me pongo a pensar en qué pasaría realmente si fuera mi turno de partir.
Un infarto quizá sería lo menos grosero para despedirme de este mundo... no quiero cáncer, ni nada que sea doloroso y prolongado. Estos días me ha dolido la zona lumbar y no precisamente por razones de lesiones en la columna, creo que es algo más y aún no me atrevo a visitar al médico.
Creo que ya es tiempo, todo es probable ahora que llego con mayor cercanía a esta cuenta regresiva. Eso es lo malo de este juego de la vida, no saber cuándo acabará.

viernes, 20 de marzo de 2009

Corral de locos

La obra de Goya que da nombre a este poemario me pareció fundamental y en cierta forma marcó una etapa de mi vida. "Corral de locos" lo escribí durante el año 2006 a manera de manifestación de hastío y de cierta angustia por lo desconocidos o irracionales que somos al amar o al odiar, ambos sentimientos de debilidad o motivos de perdición de la insaciable carne. Así que decidí contradecir muchas cosas en esta existencia y reflejar mi voz con una visión de lo absurda que es la presencia de muchos seres humanos, y en la mayoría de los casos, vacía.
Bueno, este libro ya no es mío, ahora es de los lectores de poesía.
A continuación una muestra de mi poemario.

Visiones y figuras
La próxima ventana termina en sus ojos,
donde la última hetaira del barrio muda piel
entre el barro y la cerveza,
dos o tres líneas de coca y desnuda
recibe el viento entre sus brazos,
el alivio terrenal de los perdidos.
Todo termina, es hora de la eternidad.
El amor fue el dolor preferido, el silencio final.
No hay noches sin tormentos
o figuras demenciales,
cedemos al abrazo destructivo.
La muerte despierta,
(somos pájaros inagotables de silencio),
despierta también el sonido de la nada.
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"La noche abraza a los guerreros moribundos"
A Rose


Ahora es el fuego sometido.
Ahora es la carne, la hoja, la piedra,
perdidos en la fuente del tormento como el navegante
en el horror de la civilización que purifica la caída de la noche...

Alejandra Pizarnik
Acércate a nacer, al dolor de estar vivo y a la muerte,
la vida es un precipicio, la nada cósmica.
Sube a nacer conmigo, dolorosa criatura,
extraña distancia de las almas y las mentes,
ven a contemplar el mundo y sus despojos,
a vagar con las estrellas que cayeron del cielo.
El día finaliza con las mismas heridas.
Vengan los siguientes, el demente ha muerto,
quedan la soledad y la esperanza,
los cementerios que aguardan su caída.
La noche abraza a los guerreros moribundos,
y sombras que se abrazan ante un espejo ciego
desnudan cada mañana la certera agonía.
Murmuran los fantasmas desde otra distancia
el comienzo de su angustia,
muerden, matan,
gusanos escarban la carne muda.
Todos contemplan el vacío,
sufrimos el espanto del mortal,
morimos por la eterna criatura,
demencial y lúgubre de las últimas cenizas.
El día se rompe,
volamos entre sueños y figuras olvidadas,
desnudos y sórdidos.
¿Dejarías el dulce pálpito de la vida?
Nos llaman las voces del tiempo y la materia,
nos llaman el polvo y el viento, los dioses.
Una luz muere suavemente,
y en nosotros todo es incierto,
como el viaje al otro mundo,
dos espejos blancos y ciegos
que se agotan en los besos.
El frío nos enseña a sufrir,
anuncia la muerte.
El fuego libera,
limpia el alma de las sombras.
Satúrname, mata mi voz,
salva mi espíritu del miedo,
salva a los viejos del infierno, a los malditos,
canta conmigo,
huye de todos y ven a mí, eterna compañera,
a soñar con mi tormento.
Escucha, la muerte no cura las heridas,
nos cambia el rumbo.
Seremos fieles al infierno y al dolor,
cadáveres ausentes,susurrando recuerdos,
locos, viejos y destruidos,
entre cosas pasajeras desde otro precipicio.
Carne y frío llenan el mundo
y momentos eternos que no soñamos
dejan letales heridas.
El amor no borra los secretos, los esconde.
Pasa el tiempo y sus carnívoros días
en cada uno de los besos que nos damos.
La noche calma el dolor y la posible venganza no se olvida,
nos lanzamos a las tercas lecciones del amor,
volamos y fingimos querer, lloramos algunas veces,
pero la noche nos envuelve
y caemos otra vez.
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Canción triste
De este lado la vida es breve y trastornada,
es delirio, es andar con la esperanza a cuestas
susurrando besos.
De este lado la locura muerde,
tiene cara de mujer, de niño,
de hombre muerto.
De acá en adelante estás viejo, lento,
preparado para no volver.
Ya escribiste y amaste tu locura.
Aguanta el frío cruel, el destino,
las cosas que no podrás olvidar,
los reflejos que te hiciste con llanto.
Olvida tu proceder en el amor,
tu lugar de silencios perdidos,
tu leve medianoche violenta.
Después, aún de este lado, aún breve,
crece, olvida, nadie es nadie para no quererte,
para no escuchar tu canción triste.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Murakami mira hacia el pasado en su nueva novela "1Q84", un guiño a Orwell



Tomado de Clarín

"Orwell escribió '1984' mirando al futuro, y yo, con mi novela, quiero hacer lo contrario, mirar al pasado, pero sin dejar de ver el futuro. Es mi obra más ambiciosa, y la he entregado justo hace una semana, antes de viajar a España", señaló Murakami en una reciente entrevista.
"Soñar de día". Así define el japonés Haruki Murakami la escritura, una actividad que le ha convertido en un fenómeno literario mundial y de la que hoy adelantó, durante su visita a Barcelona, que su nueva novela se llamará 1Q84, en un guiño a George Orwell.
"Es la novela más voluminosa, espero que sea importante en mi vida y en la de los lectores", argumenta este tímido escritor, cuyo nombre suena para el Nobel y que se ha convertido en un icono de la novela posmoderna, seguido por millones de lectores, muchos de ellos jóvenes.Queda por salir, antes de este gran proyecto anunciado, un ensayo sobre la actividad de correr, un deporte que practica el autor junto con la natación y que, según asegura, es "básico" para su escritura.
Murakami, que es una adicción para los que quieran viajar por los caminos que cruzan la ficción y la realidad, despierta grandes filias, pero también fobias, por ejemplo en su país, donde algunos le acusan de querer "destruir la tradición japonesa" o de poner en duda a un clásico sagrado: Yukio Mishima, porque no le gusta. "Yo no quiero hacer un retrato de la sociedad japonesa. Escribo mis cosas personales, de lo que conozco, de la música, de la comida, de la cerveza que conozco, de los personajes que se me aparecen", subraya el autor, para quien la soledad -una característica que rodea a la mayoría de sus personajes- "es fundamental".
"Me gusta escribir y contar buenas historias, y ésa es la clave, creo, del éxito, porque los argumentos tienen lugares comunes. Cuando escribo no sé lo qué va a pasar y espero lo que ocurra, como lo hacen los lectores, que no aguantan para pasar página; pero para hacer eso me encierro cinco o seis horas en un cuarto, en soledad", cuenta el autor de "Kafka en la orilla". Afirma que tiene "un lugar secreto, profundo y oscuro, donde no se distingue lo real y lo fantástico. Tiene una puerta pesada que tengo que abrir y, cuando eso pasa, penetro y puedo ver un mundo donde puede pasar de todo. Algunos dicen que soy surrealista, pero no es eso, todo es mucho más real".
Uno de los ganchos de Murakami estriba en su facilidad para hablar de la parte más oscura del ser humano, de lo más íntimo, sin prejuicio, porque asegura que quiere "sacar la parte más inconsciente, la zona que menos se ve". Aunque, el autor también tiene un libro de corte más realista, Tokio Blues, del que ha vendido tan solo en su país más de dos millones de ejemplares: "Me gusta mucho, pero es un realismo que no voy a repetir", confiesa.
Músico, regentó durante años un club de jazz; traductor y profesor, Haruki Murakami, comenta que ha estado estos días en el Museo Picasso de Barcelona, y que le ha fascinado. "Picasso es uno de los míos. Se renovaba cada diez años y sólo le interesaba la invención".

miércoles, 4 de marzo de 2009

"Slumdog Millionare es ridícula"

Imagen durante una escena de la película Slumdog Millionare


Por: Leandro Palestini
El autor de Los versos satánicos disparó en Estados Unidos contra el filme que se adjudicó la estatuilla de "mejor película" en la última entrega de los Oscar. Además, criticó algunas otras recientes adaptaciones cinematográficas de grandes obras literarias como las de El lector y El curioso caso de Benjamin Button.

Esta vez fue Rushdie el que lanzó un juicio sin posibilidad de apelación, y Slumdog Millionare (¿Quién quiere ser millonario?) -la mejor película de 2008, según "la academia" de Hollywood- la que recibió la condena más impiadosa. "La trama del filme es absurda. Su argumento es ridículo", sintetizó el escritor angloindio durante una conferencia en la Emory University de Atlanta. El diario británico "The Guardian" reveló los dichos de Rushdie quien no dudó que el libro que inspiró la película ambientada en India Las 12 preguntas, de Vikas Swarup, explicaría "la base de la incoherencia" sobre la consagratoria película de Danny Boyle.

Para el autor de Los versos satánicos es "improbable" que un chico de la calle, que habla una lengua local pueda expresarse en un inglés perfecto hasta llegar a ganar el popular concurso televisivo "¿Quién quiere ser millonario?". "El problema de la adaptación cinematográfica comienza en el libro original de Swarup. Es un libro con pretensiones ridículas, con fantasías literarias que manchan cualquier reputación", señaló un durísimo Rushdie, al explicar su parecer sobre la posibilidad de que dos chicos como los protagonistas de la película terminen en el Taj Mahal, a miles de kilómetros de donde se encontraban en la escena precedente. Todo eso sin contar -agregó- que nunca se explica la forma en la que consiguen un revólver.

Por ahora, Danny Boyle, el director de la película, no respondió a las críticas de su nacionalizado compatriota. Después del Oscar y las polémicas que acompañaron al filme (desde las quejas de intelectuales musulmanes hasta la noticia del pequeño protagonista golpeado por su verdadero padre). Rushdie, no obstante, guardó municiones para otras películas "literarias" que compitieron cuerpo a cuerpo en la gran cita de Hollywood. Sobre El lector, del director Stephen Daldry, una versión de la nouvelle de Bernard Schilink, el Booker de los Booker, dijo: "Es una película pesada y sin vida, asesinada por su propio afán de respetabilidad". En tanto, sobre El curioso caso de Benjamin Button, de David Fincher, que está inspirada en un cuento de F. Scott Fitzgerald sentenció que "al final no tiene nada para decir". "No podemos esperar que lo peor haya pasado", pronosticó el autor sobre quien pesa una fatwa, sobre el futuro de las grandes obras que son llevadas a la pantalla grande.

Pese a sus críticas, Rushdie es un enamorado del séptimo arte. En 2001 participó en una breve escena actuando de sí mismo en El diario de Bridget Jones, la película de Sharon Maguire. Tres años después, cuando todavía estaba casado con la actriz india Padma Lakshmi, colaboró en la puesta en escena de The firebird's nest, una adaptación de una novela suya, que el director Apoorva Lakhia llevó al cine. En 2007, incluso formó parte del elenco de Cuando todo cambia, de Helen Hurt. Por si fuera poco, Rushdie regresará a las grabaciones este año para la adaptación de su obra cumbre, Los hijos de la medianoche y cuya adaptación prepara Deepa Mehta.
Tomado de: Clarín