domingo, 6 de diciembre de 2015

Los elegidos de la poesía




Por: Murvin Andino Jiménez


Recientemente recibí por correo postal una antología de la nueva poesía hispanoamericana preparada para la editorial Visor por Remedios Sánchez García, El canon abierto, última poesía en español, donde incluye poetas de 21 países de Hispanoamérica nacidos entre 1970 y 1985 y cuya "selección" estuvo a cargo de Anthony L. Geist, investigador y estudioso de la Universidad de Washington.
La selección se realizó por medio de la consulta vía correo electrónico a 197 investigadores o críticos de 103 universidades a nivel mundial, donde figuran algunas como Harvard, Princeton, Columbia, Oxford, Complutense de Madrid y así hasta las más importantes de Centro América, en las que cada investigador, con libertad de criterio debía aportar cinco nombres de autores que a su juicio son lo más relevante de la poesía actual en lengua castellana, así como un comentario breve del porqué de los autores seleccionados.
Curiosamente dentro de la selección solo se menciona de manera efímera los nombres de los bardos hondureños Fabricio Estrada y Mayra Oyuela en un listado de los autores que obtuvieron cantidades mínimas de votos. En representación de Honduras y como investigador literario se consultó al autor de este artículo sobre qué escritores consideraba de importancia para la renovación de la poesía actual.
Entre los poetas más votados hay una constante que marca esta compilación poética: la poesía conversacional, con sentimientos pero sin caer en lo sentimental sino humanizada, lo que se define claramente es una ruptura que parte de nuevas propuestas surgidas de la variedad ideológica, cultural o racial de América.
Los primeros diez autores que encabezan la antología son: Fernando Valverde, Raquel Lanseros, (ambos de España), Jorge Galán  (El Salvador),  Elena Medel (España), Alí Calderón (México), Andrés Newman (Argentina), Federico Diaz Granados y Andrea Cote (Colombia), Ana Merino (España) y Lucía Estrada (Colombia).
En resumen, lo que se percibe como una constante en la literatura hispanoamericana es un tipo de poesía basada en la "experiencia" que utiliza lo referencial como base del discurso poético, es decir un texto entendible y bien elaborado, con fundamentos y vigencia que debería ser un indicador para saber dónde estamos ubicados los autores nacionales y buscar la manera de cambiar en base a calidad de obras o acostumbrarnos a ver o escuchar figurar los nombres de los autores ya mencionados.

Fragmento del poema "Romero" de Jorge Galán (El Salvador)

Romero levanta sus brazos y toca con sus dedos
dos eternidades, el tiempo de mi niñez
y el de mi vejez se unen cuando los unen sus dedos.
Las monjas cantan y no saben que es un canto de despedida,
los pañuelos que cubren sus cabellos son días de lluvia.
Romero levanta la copa y la hostia y su voz es el mar,
y su cuerpo un acantilado donde se estrella el mar.
Hay brisa y bullicio de gaviotas en la pequeña nave de la iglesia.


Fragmento de "El agua y los sueños" de Álvaro Solís (México)

Siempre quiso ser un pez.
Caían rayos y nadaba sin parar, se negaba al cansancio,
buscaba el rostro de mi abuela en las aguas del río que le vio nacer,
nadaba por horas y extrañas aletas se le emparejaban,
lo miraba como si fuera un pez
y mi padre dormía bajo el río, pero despertaba antes de ahogarse,
soñaba que un inmenso cuerpo de agua lo tomaba por el cuello,
lo sacudía una y otra vez,
entonces despertaba y seguía nadando contra la corriente,
siempre contra el río a quien no pudo vencer.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL URBANISMO DE LAS VICTIMAS



Por: JULIO CESAR PINEDA.

De la nueva generación literaria en Honduras, Murvin Andino Jiménez, narrador con premios en cuento; poeta con varios premios nacionales e internacionales, se ubica, entre pocos, colmado en la cima. Lo manifiestan sus obras “CORRAL DE LOCOS” (2009) y “EXTRANJERO” (2011) y ahora con la presentación de su nueva edición del poemario “LA ISLA DIVIDIDA” (2015). Los poemas en su mayoría son versos de corta extensión.
La vida nació del agua donde el hombre hace el ambiente de sobrevivencia en luchas de éxitos, pero fracasos más, avanza dividido entre el poder o la sumisión. El hombre es agua, el agua espíritu pensante en acción, según “LA ISLA DIVIDIDA” de M. Andino Jiménez. El autor recurre en toda la obra a los cuatro elementos de los filósofos, como lo expresara el presocrático Empédocles de la antigua Grecia, al postular la teoría de los cuatro elementos, aire, agua, tierra y fuego, raíces de todas las cosas;  Aristóteles más tarde llamó “Elementos”; Tales De Mileto definió al agua principio de las cosas, el mundo está animado y lleno de espíritus; Heráclito sus símbolos preferidos Fuego y río; según Anaxímenes el aire principio de todas las cosas. Nuestra alma es aire, nos sostiene, así también el soplo junto al aire rodean el mundo entero, finalmente; Jenofones la tierra, raíces a dar fuerza, generación y corrupción.
El agua es el elemento  abundante, manifestado en la obra, en sus distantes ambientes territoriales, escenario donde se han dirimido grandes conflictos humanos, en especial en el mar.
La fuerza literaria central de “LA ISLA DIVIDIDA” descansa desde la metáfora de su título, la paranoia de la que padece el hombre, la tragedia del inconformismo, engendrados en los escombros de la civilización. Una sociedad derruida por un poder absoluto, rapaz, insaciable, donde el mar es la vía, el ambiente capaz de contener, abarcar todo conflicto. La fe en cada una de sus partes es una mentira. Donde las víctimas son invitadas principales a la gran gala de la violación de sus derechos, no hay convalecientes solo destrucción, un panorama sobresaliente de occisos. Las drogas divierten, estimulan la degradación humana. La ciudad les espera con las sutiles herramientas de la trampa, del aldeano maravillado, viene a degenerarse con nosotros. Cantinas, burdeles, ambientes inevitables, una necesidad de nuestro desorden. No hay amistad, ni amor. La torpeza de nuestra conducta es un hábito contaminante en un aire de enfermiza nostalgia.
Los versos de “LA ISLA DIVIDIDA” denotan un orden muy razonado, un magnifico enjambre de imágenes cuidadas por un fino surrealismo, decantado en las márgenes del fuego   de  fluida composición. El tema se regula en la compostura de la corriente métrica del ritmo, guiado por la extensión de la idea, dentro de los hechos lamentables del mundo actual postrado de violencia.
“LA ISLA DIVIDIDA” manifiesta la buena labor creativa de la poesía en nuestro momento. Los poetas han abandonado la época de la poesía en el ocio, ahora debe ser la poesía como un compromiso ético, previo al estudio sistemático, sentido, responsable, hondo, claro de una obra como hoy nos presenta el poeta Murvin Andino Jiménez.
SAN PEDRO SULA, JUNIO DE 2015
pinedacastro@yahoo.com.mx-tel.+5049973-8156.

jueves, 8 de enero de 2015

De mi libro Poemas carnales

Un fragmento de un poema de mi libro inédito Poemas carnales (2011).

Mientras estábamos dormidos,
mientras intentaba despertar su instinto,
su verdadera condición,
mientras se quitaba las braguitas,
yo esperaba que cediera la serpiente
    adormecida,
alucinada,
y que durmiera conmigo esa matriz vigorosa,
esa caverna seductora,
la juvenil ventana donde entra mi luz
y sale su excremento.