viernes, 20 de marzo de 2009

Corral de locos

La obra de Goya que da nombre a este poemario me pareció fundamental y en cierta forma marcó una etapa de mi vida. "Corral de locos" lo escribí durante el año 2006 a manera de manifestación de hastío y de cierta angustia por lo desconocidos o irracionales que somos al amar o al odiar, ambos sentimientos de debilidad o motivos de perdición de la insaciable carne. Así que decidí contradecir muchas cosas en esta existencia y reflejar mi voz con una visión de lo absurda que es la presencia de muchos seres humanos, y en la mayoría de los casos, vacía.
Bueno, este libro ya no es mío, ahora es de los lectores de poesía.
A continuación una muestra de mi poemario.

Visiones y figuras
La próxima ventana termina en sus ojos,
donde la última hetaira del barrio muda piel
entre el barro y la cerveza,
dos o tres líneas de coca y desnuda
recibe el viento entre sus brazos,
el alivio terrenal de los perdidos.
Todo termina, es hora de la eternidad.
El amor fue el dolor preferido, el silencio final.
No hay noches sin tormentos
o figuras demenciales,
cedemos al abrazo destructivo.
La muerte despierta,
(somos pájaros inagotables de silencio),
despierta también el sonido de la nada.
__________________________________________
"La noche abraza a los guerreros moribundos"
A Rose


Ahora es el fuego sometido.
Ahora es la carne, la hoja, la piedra,
perdidos en la fuente del tormento como el navegante
en el horror de la civilización que purifica la caída de la noche...

Alejandra Pizarnik
Acércate a nacer, al dolor de estar vivo y a la muerte,
la vida es un precipicio, la nada cósmica.
Sube a nacer conmigo, dolorosa criatura,
extraña distancia de las almas y las mentes,
ven a contemplar el mundo y sus despojos,
a vagar con las estrellas que cayeron del cielo.
El día finaliza con las mismas heridas.
Vengan los siguientes, el demente ha muerto,
quedan la soledad y la esperanza,
los cementerios que aguardan su caída.
La noche abraza a los guerreros moribundos,
y sombras que se abrazan ante un espejo ciego
desnudan cada mañana la certera agonía.
Murmuran los fantasmas desde otra distancia
el comienzo de su angustia,
muerden, matan,
gusanos escarban la carne muda.
Todos contemplan el vacío,
sufrimos el espanto del mortal,
morimos por la eterna criatura,
demencial y lúgubre de las últimas cenizas.
El día se rompe,
volamos entre sueños y figuras olvidadas,
desnudos y sórdidos.
¿Dejarías el dulce pálpito de la vida?
Nos llaman las voces del tiempo y la materia,
nos llaman el polvo y el viento, los dioses.
Una luz muere suavemente,
y en nosotros todo es incierto,
como el viaje al otro mundo,
dos espejos blancos y ciegos
que se agotan en los besos.
El frío nos enseña a sufrir,
anuncia la muerte.
El fuego libera,
limpia el alma de las sombras.
Satúrname, mata mi voz,
salva mi espíritu del miedo,
salva a los viejos del infierno, a los malditos,
canta conmigo,
huye de todos y ven a mí, eterna compañera,
a soñar con mi tormento.
Escucha, la muerte no cura las heridas,
nos cambia el rumbo.
Seremos fieles al infierno y al dolor,
cadáveres ausentes,susurrando recuerdos,
locos, viejos y destruidos,
entre cosas pasajeras desde otro precipicio.
Carne y frío llenan el mundo
y momentos eternos que no soñamos
dejan letales heridas.
El amor no borra los secretos, los esconde.
Pasa el tiempo y sus carnívoros días
en cada uno de los besos que nos damos.
La noche calma el dolor y la posible venganza no se olvida,
nos lanzamos a las tercas lecciones del amor,
volamos y fingimos querer, lloramos algunas veces,
pero la noche nos envuelve
y caemos otra vez.
_____________________________________________
Canción triste
De este lado la vida es breve y trastornada,
es delirio, es andar con la esperanza a cuestas
susurrando besos.
De este lado la locura muerde,
tiene cara de mujer, de niño,
de hombre muerto.
De acá en adelante estás viejo, lento,
preparado para no volver.
Ya escribiste y amaste tu locura.
Aguanta el frío cruel, el destino,
las cosas que no podrás olvidar,
los reflejos que te hiciste con llanto.
Olvida tu proceder en el amor,
tu lugar de silencios perdidos,
tu leve medianoche violenta.
Después, aún de este lado, aún breve,
crece, olvida, nadie es nadie para no quererte,
para no escuchar tu canción triste.

No hay comentarios: