lunes, 23 de enero de 2017

Una cierta nostalgia; María Eugenia Ramos



Una cierta nostalgia

Murvin Andino Jiménez, La Ceiba, Atlántida, 23 de enero de 2017.
andino1979@gmail.com

Pocos autores logran alcanzar el efecto estético necesario para que sus obras sobresalgan o, más todavía, que perduren a través del tiempo.
Una cierta nostalgia, de María Eugenia Ramos, reúne once relatos breves en donde permean lo real y ordinario, los temas relacionados con lo urbano, lo cotidiano mezclados con lo fantástico como fórmula estética, además de la vigencia de sus temas y el buen manejo de lenguaje.
Uno de los elementos que más me llaman la atención es sin duda que, vistos desde la óptica de la autora, con una ruptura de elementos temáticos tradicionales, los relatos de Una cierta nostalgia brindan una observación desde la sensibilidad femenina de los problemas sociales que aquejan a diario; la violencia de géneros, la corrupción y los abusos de los entes policiales y el acoso a la sociedad por parte de los mismos, el desolado paisaje de nuestra realidad decadente, el pesimismo ante una sociedad que nos es nada más que el reflejo de sus males.
En los relatos de M. E. Ramos, nos vemos enfrentados a realidades que son circulares, cíclicas, frecuentes o repetitivas en nuestra actualidad, temas quizá como el amor (la imposibilidad del amor), la violencia o también “el otro” (algo borgeano), y la dificultad de convivir con el entorno. Sus personajes no son individuos que cumplen las funciones de un héroe común, sino que son seres sufridos y aquejados por la realidad, en su mayoría son tipos que buscan una salida a su mundo de insatisfacción e impotencia, resignados a que las fuerzas del destino son las únicas que rigen las oportunidades de este mundo.
En algunos fragmentos del discurso en el libro Una cierta nostalgia, para los personajes, la muerte es totalizadora y en cierta forma un acto obligatorio, necesaria y generosa:
- “¿… cualquier muerte es buena?
- “… recuerde que poder elegir la muerte es un privilegio…” (Pág. 24 Para elegir la muerte.)
Quizá también en El vuelo del abejorro, donde la muerte llega como una canción predilecta que acompaña los últimos instantes o la despedida. Sin duda ese dolor existencial refleja que son personajes vivos y sensibles que conllevan en sí un reflejo de la calidad estética de los textos de María Eugenia Ramos.



Ramos, María Eugenia. Una cierta nostalgia. 4ta. Edición. Guaymuras. Tegucigalpa. 2016. 99pp. 

domingo, 15 de enero de 2017

"LA HORA DEL MACHO CABRÍO", CÉSAR LAZO


Tomado del poemario “Sospechoso de sí mismo”

LA HORA DEL MACHO CABRÍO

Era la magia, en su esencia, hostil al hombre,
o el hombre vive en un mundo mágico, donde todo es un sueño.
El creador de la nada es un hijo perdido en un desierto;
no existe memoria ni dones para repartir.
Es la herencia que nos tocaba y fue robada en el jardín
petrificado de los deseos, de pensamientos obscenos,
de los adoradores que le rinden culto a las nalgas,
los esclavos de la lascivia y de la perversión.
Es la hora de aquellos que han temblado como mansos corderos,
para ganarse un cielo invisible a los ojos, serán castigados,
los que se inventaron la santa alianza para engañar y robar
hasta el pudor de otros.

No hay esclavos dicen, coreados por esclavos se acrecientan
en su maldad, no hay dolor dicen los atormentados, es un asunto mental.
Los alienados son hostiles ante la verdad predicada,
ruegan al verdugo que intervenga y vuelva la reconciliación con el amo.
En el camino se han postrado los perdidos,
los que se amamantan del veneno de su propia miseria.
Han escogido el sendero los hijos de la desdicha,
han pregonado su pacifismo poniendo la otra mejilla,
vergüenza sobre vergüenza del que entrega todo
y ruega al verdugo que le ponga el yugo, que los subyugue,
hasta convertirlo en paja.

Las fieras se alejan del hombre, el hombre se convierte en fiera.
El hombre es el escalofrío de la tierra, niegan la vida, niegan al amor.
El buey siendo buey sólo tropieza una vez, el hombre cae y se levanta
para caer de nuevo, nunca aprehende.
El hombre se ahoga en la saliva de sus ficciones.
El canto de la vida se transforma en muerte.
No hay evangelio sólo oscuridad, no hay reconciliación consigo mismo
ni esperanza, camina al azar en despoblado, el hombre no es un dios,
se siente más que Dios. Se ha embriagado mirándose en un espejo
que no le pertenece. ¿Dónde está el Creador? 
El hombre lo ha negado adorando a un macho cabrío que lo esclaviza.


TE QUEDAS SOLA

Acabo de morir por segunda vez, es un día como todos;
no hay risa, tampoco lloro, es un día como todos;
me duele la muerte de otros, menos la mía, es un día como todos.
No he podido despedirme, la muerte llegó como siempre,
como un escupitajo de asmático en tiempo de lluvia.
Allí estás en el sillón, mirando el sesgo de las cosas;
el ciruelo se marchita en tus ojos, tu pecho es un desierto,
no hay hoja ni flor para aliviar el parpadeo de esta ausencia.
Esta soledad duele como la muerte del que has amado,
quizás duela más, te quedas sola.
La alegría se ha ido conmigo, te quedas sola.
El viento se ha ido conmigo, te quedas sola.
Ya no estaré para que miremos juntos a la luna que se cambia de vestido.
La lluvia no es la misma ni esta casa será igual en el alejamiento;
quizás otros ojos se esconderán par no mirarte, te quedas sola;
en el armario mi ropa ya no huele a sudor, te quedas sola;
en cada estante de ese librero enmudecido los libros que nadie abrirá,
mi boca ausente esta oxidada, no leerá un poema, te quedas sola.
En este cuarto no se escuchará el saxofón de Papetti,
no volverás a escuchar mi risa ni sentir la caricia sobre tu pelo,
ni mojar tu piel en mis humores, te quedas sola.
Eso duele más que la muerte.


MANUMISION DE MI ALMA PARA QUE VUELVA
En este lugar no hay frontera entre el miedo y el dolor,
es un torrente de cuerpos que sangran, sobrevienen,
desde la oscuridad del odio que se incuba.
Salvar mi alma es un afán que no cesa.
Volver al origen con el rostro resplandeciente, lo he pedido
en cada amanecer, después o poco después de soportar
el sufrimiento que me causa la soledad de tanta oscuridad.
Despierto como un condenado a muerte, sufrientes mis huesos,
en este cuerpo sin nombre, lacerado en la profundidad
por haber perdido la esencia y el resplandor de lo infinito.
El yugo pesa frente a la razón del que perdona, sin embargo,
tengo miedo de cruzar la frontera, de alejarme lo más distante,
a un lugar donde el humo de la pólvora
y ese olor nauseabundo de la sangre derramada sea simple ficción;
donde no aprisionen la voluntad con la mentira.


CÉSAR LAZO  es poeta, narrador, ensayista y articulista de periódicos y revistas.
César Lazo, realizó estudios de Ciencias Políticas y posteriormente estudios de historia y teología. Disciplinas que nunca ejerció para dedicar su vida por muchos años como agrarista, afanándose en las tareas de educación y organización social “persiguiendo su utopía”, y al ejercicio literario, su verdadera vocación.  
Miembro fundador y primer Secretario General de la Unión de Escritores y Artistas de Honduras (UEAH), pertenece al Movimiento de Poetas del Mundo.
Sus publicaciones literarias son:
Las novelas Alcaraván que se duerme (primera edición en 1998, segunda edición 2008), Monólogo de las sombras (primera edición en el 2011), Los ojos del otro edén (primera edición 2013, segunda edición 2016) el libro de cuentos Las Voces del otro lado (primera edición en 1997, segunda edición 2008) y los poemarios Reportajes de un genocidio y otros tantos (1990) y El ultimo exilio (2005). También en el 2001 publicó un libro donde aborda el tema ecológico titulado El Laberinto del minotauro (Ecología y desarrollo).

Sus poemas cuentos y ensayos ha sido publicados en varias antologías:
Narrativa: Antología del Cuento Hondureño (1998) Relatos impresionantes de Autores Impresionantes (2010), Antología del Cuento Hondureño Siglo XXI (2012), Kaya Awiska (Antología del Cuento Hondureño), 54 Autores de cuentos (Fondo Cultura Económica).
Poesía: Poesía en Resistencia (2010), Antología de Poesía Hispanoamericana Palabras sin Frontera (2013), Tratado Hispanoamericano de Libre Poética: Ecos Náhuatl Honduras – Mexico (2014 -2015), Antología Universal Navegando Sueños, San Salvador, C.A.  (2011 – 2015).

Ensayos: aparece dos de sus ensayos en el libro Honduras Senderos en Resistencia.