sábado, 31 de enero de 2009

Impostergables recuerdos de una noche saturniana

Viernes por la noche, yo recién salido de otra agotadora jornada en el diario y mi amigo Gustavo resentido aún por la pérdida, otra de las esperadas, de nuestra gloriosa Selección Nacional de Fútbol, además acompañados de la impostergable señora Andino, nos encontrábamos allí para celebrar, de manera tardía, el cumpleaños de Gus.
Esta vez el lugar estaba vacío, apenas un pequeño grupo nos reunimos para presenciar el concierto de un original grupo guatemalteco con mimo incluído, que tocaba esa noche.
Volvimos al mismo lugar, aquel en el cual durante mucho tiempo nos sentimos pertenecer, ese mítico e inmortal bar que nos permitió muchas veces copartir muchos de los grandes momentos de nuestras vidas y que aparecerá seguramente en algunos de los textos de cualquiera de nosotros.
Ese lugar siete cuadras arriba de la línea de la miseria y también del ferrocarril, un poco más decrépito y descuidado conserva ahora tanto de nosotros que parece haber surgido para ser habitado por nosotros, los perfectos seguidores de Baco que llegamos al infinito desde allí y más allá.

(Fotografías de Rose Mary de Andino, Murvin Andino o Gustavo Campos)
Pocos lugares logran hacer cumplir ese efecto inmortalizador en la memoria por haber vivido muchos momentos gratos y en este regreso, otro de los tantos desde el cambio de mando de mi amigo Ricardo, al inolvidable Klein Bohemia y aquí a manera de homenaje a ese parnasiano lugar, presento unas gráficas de una noche de enero para recordar ese mítico lugar de la segunda planta de una vieja casa en el Barrio Lempira de San Pedro Sula hasta donde muchas veces llegamos y de donde quizá, pensándolo bien, no hemos salido nunca.



lunes, 26 de enero de 2009

Los Girasoles Ciegos se quedan fuera de los Oscar 2009



Mark Silverman. cine.lycos.es
La propuesta española para los Oscar 2009, la película dirigida por José Luís Cuerda titulada 'Los Girasoles Ciegos', se quedó fuera del primer corte de candidatas internacionales al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
La Academia de Cine de Hollywood, organismo encargado de otorgar los codiciados Oscar, anunció su primera lista de candidatos, previa a los nominados que optarán en la gala de entrega del Teatro Kodak en Los Ángeles. La producción mexicana 'Tear this heart out', de Roberto Sneider, sí que entró finalmente en el primer corte de las seleccionadas.
Las demás producciones seleccionadas fueron la israelí 'Waltz with Bashir', galardonada recientemente con el Globo de Oro, es una de las que sí pasó la selección. La francesa 'The Class', la austríaca 'Revanche', la alemana 'The Baader Meinhof Complex', la producción japonesa 'Departures', la sueca 'Everlasting moments', la canadiense 'The Necessities of Life' y la turca '3 Monkeys'.
Otra película que se quedó fuera fue 'Gomorra', la cinta que narra desde dentro los entresijos de la mafia.'Los Girasoles Ciegos' fue la candidata propuesta por la Academia de Cine de España para los Oscar 2009. Dirigida por José Luís Cuerda y con reparto interpretativo encabezado por Maribel Verdú, Javier Cámara y Raúl Arévalo.

Grandes historias, grandes actuaciones


Tomado de Univisión.com

Si bien la gran favorita es la producción hindú-británica-estadounidense Slumdog Millionaire -que en los Globos de Oro se llevó nada menos que cinco premios-, las cuatro restantes no sólo cuentan historias extraordinarias e intensas, sino que además tuvieron delante y detrás de cámaras a verdaderas estrellas de la meca del cine.


Slumdog Millionaire
Jamal Malik (Dev Patel) está a tan sólo una pregunta de realizar el sueño de cualquier habitante de la India: ganar 20 millones de rupias en la versión india de ¿Quién quiere ser millonario?. Una película que ha tomado por sorpresa al mundo del cine, con un premio del Consejo Nacional de la Crítica.
Después de la penúltima emisión del programa, el moderador Prem Kumar (Anil Kapoor) hace que Jamal sea detenido por la policía porque, según él, estaba haciendo trampa. Su justificación: ¿cómo un joven de tan sólo 18 años de edad y proveniente de una miserable barriada podría saber las respuestas a las preguntas? No fue sino después de unos cuantos golpes y ciertas descargas eléctricas que Jamal relataría las aventuras y desventuras de su infancia como huérfano junto a su hermano Salim, llena de incertidumbre, violencia, traición, amor y desamor, en los basureros de Mumbai y cómo cada circunstancia vivida encerraba en sí tanta sabiduría. Danny Doyle dirige junto a Loveleen Tandan este drama moderno lleno de mucha acción, pasión, originalidad y frescura que te mantiene atento y entretenido durante las casi dos horas de duración y que nos expone una realidad social diferente a la que estamos acostumbrados a ver en Occidente. Y que, pese a todo, la esperanza y el amor encuentran también su lugar. Gracias a una interpretación ejemplar de todos los actores y una dinámica coherente en secuencia, cinematografía, música y edición, no me sorprendería que este filme sea galardonado con el Oscar a mejor película extranjera en la próxima entrega de los premios de la Academia.

The Curious Case of Benjamin Button
The Curious Case of Benjamin Button destaca por su excelente trabajo narrativo y, como añadido, presenta probablemente la mejor actuación de toda la carrera de Brad Pitt. Dirigida por David Fincher, la cinta narra la historia de un hombre que nace con los atributos físicos de un anciano y que se hace cada vez más joven con el tiempo.
Frost/Nixon
1977 fue un año importante para la televisión de Estados Unidos: el animador británico David Frost hizo cuatro entrevistas con el ex presidente estadounidense en desgracia Richard Nixon, logrando la audiencia más alta para un programa noticioso. Esta es la recreación de ese episodio histórico y todos los tejemanejes para su preparación. Frost/Nixon se estrena en Los Ángeles y Nueva York el 5 de diciembre y en el resto del país el 25 de diciembre. El juicio que nunca fue.
Richard Nixon (Frank Langella) dejó la presidencia con el triste precedente de hacerlo renunciando, debido a un escándalo político, y se pasó tres años sin dar entrevistas. Cuando finalmente aceptó hablar con alguien, escogió a David Frost (Michael Sheen), una personalidad de la televisión británica que en ese momento tenía un programa de entretenimiento en Austalia y llevaba una vida de playboy, codeándose con las estrellas de la farándula. Una verdadera sorpresa, aunque en la lógica de Nixon y sus asesores (notablemente Jack Brennan, interpretado por Kevin Bacon), un rival fácil de vencer.

Milk
Harvey Milk fue el primer homosexual declarado en ser electo a un cargo público, haciendo historia en la ciudad de San Francisco en una época en que los gays eran marginados por la sociedad. Sean Penn ofrece una actuación impecable en el papel protagónico, al lado de actores como Diego Luna, Josh Brolin y James Franco.
La década de 1970 no fue muy alegre: el sueño hippie se había desvanecido y algunas minorías seguían sufriendo discriminación en Estados Unidos y el mundo entero, particularmente la comunidad gay. Fue entonces que surgió la figura de Harvey Milk, quien llegó a la ciudad de San Francisco con la frustración de no haber hecho nada útil en su vida. Ya sabemos el final de la historia: fue asesinado. Y así comienza la película, con metraje de noticieros de la época.
En Milk somos testigos del surgimiento de Harvey Milk como personalidad pública en una sociedad aún dominada por fuerzas conservadoras e intolerantes, que consideraban a los homosexuales como degenerados, pedófilos, anormales y enemigos de Dios, indignos de pertenecer al mundo y mucho menos de llegar a un cargo público. Pero Milk logró en ocho cortos años romper muchas de esas barreras y Sean Penn ofrece una caracterización magistral, que lo destaca una vez más como uno de los mejores actores de nuestro tiempo.

The reader
El director británico Stephen Daldry, que desplegó su elegancia emocional en "The Hours", reincide en las cuestiones del hombre en "The Reader", un poderoso drama íntimo heredado de Anthony Minghella que se abre a la tragedia histórica y que está interpretado por Ralph Fiennes y Kate Winslet.
"Podemos hacerlo sin dramas o con espectáculo", dice casi en el desenlace Michael Berg, el personaje que interpreta Fiennes, a Hanna Schmitz, encarnado por Winslet. El tercer as de la historia, Daldry, elige sin temblores la primera opción y hace al espectador leer entre líneas.
El director británico llegó a este proyecto después de haber sido acariciado antes de morir por Anthony Minghella, y, aunque se perciben los alientos grandilocuentes del realizador de "The English Patient" (1996), Daldry lleva el filme al terreno que domina: la contención.
"The Reader" sigue un difícil y transitado camino: el Holocausto, una historia de amor en la clandestinidad marcada por la diferencia de edad -ella mucho mayor que él- y la reconstrucción moral y física de toda Alemania.
Pero con su discreta gravedad, con su natural discurrir del dolor, el realizador se coloca de nuevo -y van tres de tres, tras "Billy Elliot" (2000) y "The Hours" (2002)- de cara al Oscar con esta película, adaptación de la aclamada novela del escritor alemán Bernhard Schlink.

jueves, 22 de enero de 2009

Haruki Murakami gana el premio Jerusalén

Fotografía de Clarín
Tomado de Revista Ñ

El más occidental de los autores orientales, como suele definírselo, casi nunca aparece en público para recibir los premios que le conceden. Sin embargo, el autor de Tokio Blues , entre otras exitosas novelas, hará esta vez una excepción y viajará a la Feria Internacional en Israel para aceptar este prestigioso galardón.

El popular escritor Haruki Murakami, autor de varias novelas que son best sellers en todo el mundo, como Crónica del pájaro que da cuerda al mundo , Kafka en la orilla y After Dark , este miércoles 21 de enero fue nombrado ganador del Premio Jerusalén 2009. El Premio Jerusalén para la Libertad del individuo en la sociedad es un galardón bianual tradicionalmente dado a escritores cuya obra indaga sobre el tema de la libertad humana, sociedad, política y gobierno. Murakami, que muy infrecuentemente acepta premios en público, llegará a Jerusalén en febrero como invitado de honor de la Feria Internacional de Libros. El alcalde de la ciudad, Nir Barkat, le entregará el premio. La ciudad de Jerusalén inauguró este galardón en 1963. Otros ganadores incluyen a Arthur Miller, Susan Sontag, Bertrand Russell, Simone de Beauvoir, Octavio Paz, Stefan Heym y Mario Vargas Llosa. El comité del premio declaró: "Murakami es el mejor y más amado autor japonés en el occidente. Su obra mezcla la cultura japonesa con la cultura occidental contemporánea de una manera única. Aunque su obra es fácil de leer, es compleja para comprender. Su escritura clara y minimalista lo hace muy accesible, pero el lector es asombrado por la complejidad de su mundo literario al leerlo" .

Veinte años sin Salvador Dalí

Persistencia de la memoria. Dalí



Por: Sara Barderas. DPA. Tomado de revista Ñ



"Yo soy el surrealismo", solía decir. Egocéntrico, excéntrico, rebelde y gran provocador, Salvador Dalí fue sin dudas uno de los máximos exponentes del arte del siglo XX. Este viernes 23 se cumplen dos décadas de la muerte de un artista que, ante todo, intentó y consiguió con gran éxito no pasar nunca inadvertido.

Tenía 84 años y formaba ya parte de la historia universal cuando la mañana del 23 de enero de 1989 falleció en el hospital de Figueres, en el noreste de España, tras varios días de agonía. Una insuficiencia cardiaca aguda se le había agravado con una pulmonía que, a su vez, le provocó una inflamación pulmonar. Atrás quedó la vida de quien unos consideraron un genio y otros un gran artista estrafalario. Pero 20 años después, su legado y su recuerdo se mantienen, gracias entre otros a la Fundación Gala Salvador-Dalí, impulsada por él mismo, y varios museos: la Casa-Museo en Port Lligat; el Teatro-Museo de Figueres, donde está enterrado, y la Casa-Museo Castillo Gala Dalí, en Púbol, donde el artista se encerró tras la muerte de su musa y compañera, en 1982, siete años antes que él.

Con motivo del aniversario de su desaparición, hasta el 18 de marzo el Museo Dalí de Figueres expone la obra más emblemática y famosa del artista catalán: La persistencia de la memoria, pintada en 1931, cuando sólo tenía 27 años. Popularmente conocido como "Los relojes blandos", el cuadro en el que esos objetos parecen derretirse ha sido cedido temporalmente por el MoMA de Nueva York.
"¿Por qué los relojes blandos?", le preguntaron una vez a Dalí sobre esa obra, ícono del surrealismo. "Lo importante no es que sean blandos o duros, sino que marquen la hora exacta", respondió.
Génesis de un genio atemporal y multidisciplinario
Nacido el 11 de mayo de 1904 en Figueres, Dalí nunca fue un niño normal. "Cuando tenía seis años quería ser cocinero y a los siete, Napoleón. Desde entonces mi ambición ha ido aumentando sin parar", escribió en el prólogo de Vida secreta. La muerte de un hermano al que nunca conoció y que llevó su mismo nombre hizo que sus padres lo educasen como un niño mimado, consintiéndole todos sus caprichos y volcando en él sus afectos de forma compulsiva. Descubrió la pintura casi por casualidad, en una finca de una familia amiga durante una convalecencia. Comenzó a pintar, sin técnica alguna, óleos y acuarelas que sorprendieron a los primeros que las vieron. Su carácter rebelde le valió ser expulsado de todos los centros de enseñanza en los que se matriculó, entre ellos la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, cuyo ingreso le había puesto su padre como condición para permitirle ser pintor. Su estancia en la capital marcó su vida. Allí experimentó con el cubismo y el dadaísmo y conoció al poeta Federico García Lorca y al director de cine Luis Buñuel, de los que se hizo íntimo amigo en la Residencia de Estudiantes. Junto a Buñuel fue autor de los films surrealistas El perro andaluz y La edad de oro. Y es que Dalí no sólo se dedicó a la pintura. Su obra abarca también el cine, la escultura, el diseño y la escritura. Su primera exposición individual de pintura fue en 1925 en Barcelona e hizo que dos grandes, Pablo Ruiz Picasso y Joan Miró, se fijasen en él. Un año después, Dalí conoció a Picasso en París. "El arte somos Picasso y yo", llegó a manifestar, egocéntrico. De pelo largo y patillas, vestido con abrigo, medias y pantalones bombachos, la imagen estrambótica de Dalí es mundialmente conocida. "Sabía venderse mejor a sí mismo que a su obra. Fue un ícono de la cultura de masas", según Javier Pérez Andújar, uno de sus biógrafos. "Era un gran pintor, pero no un genio" y acabó convirtiéndose en un "showman obsesionado", opina por su parte el hispanista irlandés Ian Gibson. Tras su paso por París, donde se integró en el círculo surrealista, y ya casado con Gala, la musa y compañera con la que estuvo hasta su muerte pese a infidelidades por ambas partes y a estrambóticas manías de ambos, Dalí se estableció en Estados Unidos, impulsado a dejar Francia en 1940 por el avance de las tropas alemanas. Regresó a España ocho años después. Anticomunista radical pese a que en su juventud se movió en el círculo de la izquierda, algunos lo acusaron de derechismo. No obstante, hay expertos que destacan que más que derechista fue un oportunista que consiguió así que el dictador Francisco Franco le dejara trabajar en paz. Otra sombra que rodea su figura es su atracción desmesurada por el dinero. De hecho, sus últimos años estuvieron más marcados por la comercialización de su obra que por la novedad de la misma. Los objetos dalinianos se convirtieron en un negocio mundial. Y también las falsificaciones. A él no sólo no le importaban éstas, sino que incluso las favoreció firmando hojas en blanco. Y es que, en la imitación de su obra veía una prueba de su grandeza.

lunes, 19 de enero de 2009

Jack Kerouac

Jack Kerouac fotografiado por John Cohen


¡Eh! escucha a tus auditorios poéticos...


¡Eh! escucha a tus auditorios poéticos
Si es que no callas
Y escucha la poesía
Ves... pondremos un chico a la puerta
Y que eche a todos los que odien
Para siempre
Después, si no te gusta el tema
Del poema que el poeto está leyendo,
¡coño! ¿por qué no haces la prueba con Marlon Brando
para que te abra los ojos
con su llanto?
¿Ha muerto James Dean?
¿Y todos nosotros?
¿Quién no está muerto?
John Barrymore ha muerto
—San Francisco croa
acompañando a la rana.

Lucien medianoche
Morir es éxtasis.
No soy un maestro, ni un
sabio, ni un Roshi, ni un
escritor o profesor, ni siquiera
un vagabundo del dharma risueño, soy
hijo de mi madre & mi madre
es el universo—
Qué es este universo
sino un montón de olas
Y un deseo anhelante
es una ola
perteneciente a una ola
en un mundo de olas
Entonces... ¿para qué humillar
a ninguna ola?
Ven, ola, ¡OLA!
El rebuzno del burro
brotando jijo
Es una triste sacudida solitaria
por tu amor
Amante ola
¿Y qué es Dios?
Lo inexpresable, lo inenarrable,
Alégrate en el Cordero, canta
Chistopher el Espabilado, que
me vuelve loco, porque
es tan espabilado, y yo soy
tan espabilado, y ambos
estamos locos.
No —¿qué es Dios?
Lo imposible, lo censurable
Incensurable Precio-dente
del Universo Pepsi-dente
Pero sin cuerpo & sin cerebro
sin ocupaciones y sin ataduras
sin velas y sin altura
nada sabio y nada espabilado
nada nada, nada no-nada
nada algo, no-palabra, sí-palabra,
todo, lo que sea, Dios
el tipo que no es un tipo,
la cosa que no puede ser
y puede
y es
y no es
Kayo Mullins siempre está gritando
y robándoles los zapatos a los viejos
La luna vuelve a casa borracha, catacrock,
Alguien le pegó con un orinal
El Mayor Hopple siempre está bufando
¡Coño! Blaf blaf y todo eso
enseñando a los niños a volar cometas
Y rompiendo ventanas de fama
¡Pobre de mí! Lil Abner se ha ido
Su hermano está bien, Daisy Mae
y el Niño-lobo.
¿Y a quién le importa?
Los argumentos me ponen enfermo
todo lo que quiero es C'est Foi
Esperanza alguna vez
mierda en el árbol
Estoy cansado de que se rían de mí
y me hablen de imágenes enfermas
Ejem, cof cof
Creo que me desharé de todo esto
Se lo voy a dar al gato

Un gran sibarita

Francis Bacon - Autorretrato




Francis Bacon. Moma. 1946


NATIVIDAD PULIDO. Tomado de ABC.es


Francis Bacon fue un gran sibarita. «Era muy refinado en sus gustos —comenta Jaime Parladé—. Siempre pedía unos vinos exquisitos y nos llevaba a cenar en París a restaurantes estupendos. Le encantaba el juego, comer bien y cocinaba divinamente». ¿Cuál era su especialidad? «Una salsa francesa, la beurre blanc». Le gustaban las ostras, el pescado (en Madrid lo tomaba en La Trainera; en Londres, en Wheeler's) y el huevo cocido, aunque sólo se comía la clara. Nada de postres ni café. Le encantaba el champán. En Madrid solía alojarse en el Ritz, tan cerca de su amado Museo del Prado. Le gustaba tomar copas con José en el Cock, donde aún le recuerdan. También pasó por Casa Patas. Pero si hay un pub donde Bacon pasó horas y horas ése fue el Colony Room, en el Soho de Londres, su segunda casa. Su dueña, Muriel Belcher, fue una de sus mejores amigas y la retrató en varias ocasiones.
La lista de amantes de Francis Bacon fue interminable. Pero sólo unos cuantos dejaron en él una profunda huella. El primero, Eric Hall, un hombre de negocios, banquero y juez de Paz, casado y con hijos, que se convirtió en su mecenas y amante y se arruinó por su culpa. Estuvo con él 15 años. Después, Peter Lacy, un guapo pianista, con quien mantuvo una relación destructiva y obsesiva: violentas peleas, palizas, celos, cuadros acuchillados... Cuenta Peppiatt que Bacon le confesó: «Nunca antes me había enamorado. Estar enamorado de esa forma tan extrema es como tener una enfermedad espantosa. No se lo deseo ni a mi peor enemigo». «No podía vivir con él, ni sin él —dice Peppiatt—. Lacy le estaba esclavizando física y psíquicamente». El día de la inauguración de su histórica exposición en la Tate recibió un telegrama: Lacy había muerto. Su páncreas no soportó tanto alcohol.
El tercero fue George Dyer: de una familia de rateros, alcohólico, estuvo en la cárcel... Bacon era, para él, su salvavidas. Le chantajeaba y, tras una pelea, llegó a llamar a la policía para denunciar que el pintor tenía hachís en su estudio. Se suicidó el día anterior a la inauguración de la gran exposición de Bacon en el Grand Palais de París. Cruelmente, la historia se repetía. Es como si el destino le negara a Bacon la posibilidad de ser feliz al mismo tiempo en el plano profesional y en el sentimental. Cuenta Peppiatt que el pintor sintió un gran remordimiento por la muerte de Dyer: «Me siento tremendamente culpable —confesó—. Todos los que he amado están muertos. O se mataron con el alcohol o se suicidaron. No sé por qué atraigo a este tipo de gente. No hay nada que hacer».
Y después, José. Vino a Madrid a verle en abril de 1992, desoyendo los consejos de su médico. Hay quien especula con la posibilidad de que viajó para reconciliarse con él tras una ruptura. Maricruz Bilbao ultimaba para octubre de ese año una exposición de Bacon en la Marlborough de Madrid. Recibió una llamada desde la galería en Londres que la dejó de piedra: Bacon había muerto... en Madrid. «No sabíamos que estaba aquí; él tenía muchas ganas de venir a la inauguración de su muestra». Tras padecer una deficiencia renal y respiratoria, sufrió un ataque cardiaco. Había dos monjas con él. Fue la última burla del destino. Años atrás había comentado a Burroughs: «¿Puedes imaginar algo peor que ser cuidados por monjas? Una de ellas es la hermana Mercedes, quien comenta a ABC lo que recuerda de aquellos días: «Estuvo solo todo el tiempo, nadie vino a verle. Llegó mal a la clínica, fue ingresado de urgencias. Hubo que ponerle oxígeno, suero, antibióticos... Recuerdo que no hablaba español, pero era muy correcto y amable».



Escapar del infierno
«Si estoy en el infierno —decía Bacon—, siempre tendré la esperanza de escaparme». Diecisiete años después, Francis Bacon se escapa del infierno para resucitar en Madrid con una gran exposición que le dedica el Prado. No habrá obras de Velázquez junto a las suyas. Él se habría negado. Cuando estuvo en Roma no fue capaz de ir a la Galería Doria Pamphilj para ver el «Retrato del Papa Inocencio X», que tanto le obsesionaba y tantas veces versionó. «Tenía miedo a ver ese cuadro maravilloso y pensar las tonterías que había hecho con él», confesaba Bacon a Sylvester. Tampoco incluyó obras suyas cuando comisarió en la National Gallery la muestra «El ojo del artista» con sus obras preferidas de este museo. «Le hubiera fascinado saber que va a exponer en el Prado», comenta Manuela Mena. Especialista en el siglo XVIII y Goya, ha visto y leído todo sobre Bacon para comisariar esta retrospectiva: «He aprendido mucho con él, he descubierto su propia poesía. A pesar de la violencia de su pintura encuentras en ella una gran ternura y un interés por los seres humanos. Su pintura tiene una técnica exquisita, una grandísima calidad (podría estar colgada al lado de las obras del Prado), energía, intensidad... Descarna al ser humano y lo deja en lo que somos». Era una trituradora: diseccionaba la figura humana hasta dejarla en el hueso, despedazaba a sus modelos hasta obtener la verdad. Sus pinturas eran como un puñetazo en la cara, un ataque al sistema nervioso; trataba con ellas de molestar, de provocar. Quería «pintar como Velázquez, pero con la textura de la piel de un hipopótamo».

sábado, 10 de enero de 2009

El detective verdadero

( fotografía sacada de: www.infrarrealismo.com)



EDGARDO DOBRY. El País



Su verdadero nombre fue José Alfredo Zandejas, nació en México en 1953 y murió en la misma ciudad 35 años más tarde, después de un agitado y famélico periplo por Barcelona, París y Tel Aviv. Desde muy joven adoptó el nombre de Mario Santiago, al que más tarde agregaría el apellido Papasquiaro (en homenaje al político y revolucionario José Revueltas, cuya localidad natal se denomina Santiago Papasquiaro). Ni su nombre de nacimiento ni el alias que escogió le dieron tanta celebridad como el que le puso Roberto Bolaño en Los detectives salvajes (1998): Ulises Lima. En efecto, Mario Santiago fue quien, en 1975, fundó junto a Bolaño -y otros poetas cuyo número y nombre siguen siendo materia de controversia- el movimiento denominado "infrarrealismo" en la realidad y "real visceralismo" en Los detectives salvajes, la novela que, veinte años más tarde, lo convirtió en leyenda. El movimiento formó parte del ímpetu de rebelión que dominaba la época, desde el Mayo Francés a los grupos revolucionarios en América Latina y las últimas reverberaciones de la vanguardia artística y poética. La irreverencia estaba de moda, pero no en México, donde el sistema intelectual mantenía una visible sujeción al estamento político oficial. Los infrarrealistas rechazaban el papado poético y cultural de Octavio Paz, en quien veían al intelectual orgánico de un sistema político inmóvil y falaz. En su lugar reivindicaban la actitud del estridentismo, el movimiento poético mexicano que emuló el espíritu del surrealismo francés. Según cuenta el infrarrealista José Vicente Anaya, una de las más sonadas performances del grupo consistió en provocar la expulsión de varios de sus miembros de una lectura de Octavio Paz y David Huerta. Precisamente Anaya publicó recientemente un estudio sobre Concha Urquiza (Brota la vida en el abrazo, Cuadernos de Veracruz, 2007), personaje fascinante y poeta de un peculiar y grandioso misticismo, que en la novela de Bolaño inspira la figura de Cesárea Tinajero, a quien los "detectives salvajes" van a buscar a Sonora (aunque, en realidad, Urquiza había muerto ahogada en Baja California muchos años antes, en 1945).
El narrador de Los detectives salvajes -un chico de 17 años que escribe sus primeros versos- dice: "Belano y Lima me miraron y dijeron que sin duda yo era un real visceralista y que juntos íbamos a cambiar la poesía latinoamericana". Y también, con el mismo tono de cándida ironía, al intentar responder a una compleja cuestión de métrica clásica: "El único poeta mexicano que sabe de memoria estas cosas es Octavio Paz (nuestro gran enemigo)". Pero en aquellos años setenta los realvisceralistas o infrarrealistas se tomaban muy en serio su credo, que queda resumido en buena medida en el título del prólogo de Jeta de santo, firmado por Mario Raúl Guzmán: 'La bendición de la insensatez'. La poesía de Mario Santiago es vitalista, juvenil hasta el final, hirviente de la romántica fascinación del poeta por sí mismo. Se abre con un festejo fervoroso de los procedimientos característicos de la vanguardia: el cultivo de la imagen audaz -"acampados en los párpados magnéticos del aire", "nubes de preguntas patean casas"- y de la invención neológica -"callejón de muervida", "estetoscopiando el polen". Y va hacia un aliento más ambicioso, que aglutina la influencia del surrealismo con la de Allen Ginsberg, con versos como consignas que parecen empezar en Baudelaire, Juan Ramón Jiménez y Ezra Pound, y terminar en un delirio lisérgico rico en erotismo y escatología: "En mi breve Paraíso no crecen básculas ni encíclicas" (el poema se titula 'Saliva de San Juan Autista'), "en la cima de simia sima"; "Ojos de muerto en vida / Olor a isla infartada yema a yema / Puente roto entre la lágrima & la peste / Luna de miel de los mocos & el esperma". El último largo poema de este libro, 'Consejos de un 1 discípulo de Marx a 1 fanático de Heidegger' -que, obviamente, nada tiene que ver con ninguno de esos ínclitos nombres-, muestra el máximo soplo de esa flama verbal que quiere fundir todas las cosas del mundo, donde "el gordo & el flaco" bailan con Guido Cavalcanti y Huckleberry Finn. Jeta de santo es el documento de una época del que conocíamos sus derivados ficcionales y ahora tenemos su primigenio magma lírico.