Karen Valladares.
Tegucigalpa,
1984. Escritora y gestora cultural. Ex miembro del taller literario máscara
suelta, miembro fundador del movimiento literario Poetas del Grado Cero. Sus
textos han sido traducidos al inglés, francés, alemán, polaco, catalán. Su trabajo aparece publicado en diferentes
antologías de poesía. Ha participado en diferentes festivales internacionales
de poesía de Hispanoamérica:
3er
festival mesoamericano el Pacífico escribe. Acapulco, Guerrero, México, 2010.
1er
festival iberoamericano de poesía joven, en San José, Costa Rica, 2010.
4to
festival internacional de escritores en Ciudad Juárez, 2013,
XX
edición del festival internacional de poesía en Rosario, Argentina, 2012
X
edición del festival internacional de poesía en Guatemala, Xela. 2013
4to
Festival internacional de poesía en Penome, Panamá.
X
edición del festival Poetas, en Madrid, España, 2016.
Obra
publicada: Ciudad inversa. Por editorial liga ediciones, Chile 2014.
Yo no sé el verdor seco de tus ojos
A: José Luis B.
Yo no sé bien el verdor seco de tus ojos
y la palidez de tu cuerpo
Yo no sé de tus fríos escondidos en los costados,
no sé los lunares atrás en la parte baja de tu
espalda
tu boca pequeña,
pequeñísima
ahí no cabe mi boca
no cabe una palabra gigante
Tus pupilas guardan constelaciones de mariposas invisibles
Quiero decirte algo
quiero dibujar un océano en tus ojos
o
tus manos sosteniéndome como si fuese a caer.
No tengo miedo
no tengo miedo
no tengo miedo de gritar aunque rompa la noche y
caiga sobre nosotros.
Yo no sé bien el verdor seco de tus ojos
no me reconozco en ellos
no reconozco la luz sumergida en ellos.
nada de lo tuyo me pertenece.
Huyo con el sabor rojizo de tus labios
con la soledad de tu cuerpo invadiéndome.
con todo tu silencio naufragándome
No reconozco el verdor seco de tus ojos
ni tu sombra desplazándose por las paredes.
No estas
y eso duele
no sé
cómo se dice tu nombre cuando te ausentas.
Nada
tengo de ti.
Y vos, sin embargo, te llevas mi nombre como la
última bocanada de viento.
© Karen Valladares
Tomado del poemario Decir tu nombre
Palpar
Palpar la desnudez fría.
Palpar la desnudez ausente.
Palpar el carraspero de la soledad.
Naufragar en una cama vacía.
Pensar en la sangre,
en el cráneo abierto
en el hueso roto
en el olvido
en el olvido
en el olvido
Palpar entonces, el olvido.
No decir nada, cerrar la boca
gritar en silencio,
palpar entonces el silencio
mientras revienta la desnudez
y siente tus besos justo ahí donde más te extraño.
Nada me pertenece entonces.
Palpar el silencio, la soledad y la desnudez cuando
no estas
es absurdo.
©Karen Valladares
Pasa el hombre
El hombre pasa frente a mí y no se detiene
Pasa y ni siquiera dirige una fría mirada
Pasa y ni siquiera intenta rozar su cuerpo ancho con
el mío
Pasa y ni siquiera le importa si le observo o volteo
la vista para otro lado.
Soy una mujer sola en este instante
Descifro por ahora los artilugios de este invierno
que no es tan frío
Pero finjo tener frío y escondo mis manos debajo del
abrigo
Escondo mi voz debajo de una bufanda que no tengo.
El hombre pasa frente a mí y no se detiene.
No le importa en lo más mínimo mi soledad.
Y a mí sí me importa tener su compañía
su olor a cigarro
su voz hueca
sus manos planas
sus ojos amarillos casi como el sol de una mañana de
verano.
Pero él no sabe que pienso eso de él. -
Quizá nunca lo sepa. -
Pasa el hombre frente a mí
y nada absolutamente nada lo detiene a amarme aunque
sea un fragmento de segundo. -
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