Murvin Andino
Por estas lacerantes calles
transitamos indiferentes entre el polvo y la ceniza,
vagamos ebrios y sonrientes como espejos pasajeros
y en esos caminos inhóspitos
de días sólidos como el cemento,
somos aves de paso
y nos golpean insanas las horas.
Tratamos de ser lo menos débiles,
ante esos destellos de violencia nos creemos invisibles,
y la cruz pesa lo que pesa el cadáver,
alucinamos bajo el signo del placer y la música muestra el camino
pero somos más que eso, más que nada y que nadie,
aún así nos hunden con sus gritos y sus pasos,
cazadores con veneno letal,
buscamos venganza con palabras hirientes
que no son nada en el alma
sólo miedo pálido y viento frío.
Creo que lo mejor sería beber más cerveza
soñar más lejos y menos complicado,
olvidarlo todo en el mar infinito de la muerte,
con un beso por lápida de la musa más fea posible,
al fin, la música siempre muestra el camino,
igual da cegarnos o embriagarnos,
lo mismo duele la vida.
