domingo, 20 de febrero de 2011

El discurso del rey, mi favorita


En los días previos a la ceremonia de entrega de premios Óscar presento un artículo de la revista Semana sobre los principales candidatos a la estatuilla. Sin duda la gran ganadora sería "El discurdo del rey".


Red Social iba a llevarse los principales premios Óscar de este año. Hubo un momento, hace tres semanas, en que todo parecía señalarlo: la obra de David Fincher, que narra la génesis de Facebook y explicará a los espectadores del futuro en qué clase de mundo vivíamos a comienzos de este siglo, contaba hace un par de meses con un amplio respaldo de los medios de comunicación, iba por el planeta, aquí y allá, coleccionando reconocimientos de todas las índoles (desde los galardones oficiales de los críticos de Estados Unidos hasta los más importantes Globos de Oro), y es, en últimas, una de las mejores películas norteamericanas del año pasado. Pero entonces apareció una meticulosa, significativa, conmovedora producción inglesa titulada El discurso del rey. Y los miembros de la famosísima Academia de Artes y Ciencias de Hollywood, una suma de 6.000 personajes como usted o como yo (subjetivos, volátiles, ocupados en mil cosas al mismo tiempo), comenzaron a sentirse muy cerca de la historia de ese monarca tartamudo que se sobrepuso a sus problemas en nombre de un país.

De un momento a otro, gracias a la innegable calidad de la obra y al siempre efectivo lobby del productor Harvey Weinstein, El discurso del rey se convirtió en "la buena película con corazón" de este año: esa eficiente producción cargada de sensibilidad, típica de la larga tradición del Óscar, que en últimas cuenta una redención sin sacrificar la inteligencia por el camino. De un momento a otro, como el candidato que empieza la campaña demasiado pronto, Red social perdió su lugar en la mente de los votantes: se convirtió, un día, en cosa del pasado. Por supuesto, no es la primera vez que un drama emocionante le arrebata la estatuilla a un valiente trabajo "celebrado por la crítica": Gente como uno le quitó el premio a Toro salvaje en 1981, Danza con lobos le ganó a Buenos muchachos en 1991 y Shakespeare enamorado derrotó a Rescatando el soldado Ryan en 1999, y esos son solamente los primeros ejemplos que vienen a la cabeza. Pero no deja de ser un poderoso recordatorio de que, aunque a veces sorprenda, aunque a veces elija a El silencio de los inocentes (en 1992) o a Los imperdonables (en 1993), el Óscar tiende a estar del lado de los relatos edificantes.

Que conste que nunca se ha llevado el premio de la Academia una mala película. Quizás no siempre gane la mejor. Tal vez pocas veces triunfe un futuro clásico del cine. Acaso sea más probable que en Hollywood, tierra de la corrección política, conmueva más a los electores el rey que se sobrepone a su tartamudez para enfrentar a los horrendos nazis que el niño sabihondo que no encajará aunque se invente Facebook. Pero sin falta obtendrá el reconocimiento un largometraje notable. Las diez nominadas de este año son producciones de primera categoría. Lo que significa que, en el peor de los casos, en la noche del próximo domingo 27 de febrero será elegido un trabajo que valga la pena. Si Red Social llega a llevarse la última estatuilla de la noche, si en un inesperado giro del destino suben sus productores a reclamar el premio a la mejor película que tanto se merecen, estaremos viviendo en un mundo justo. Al menos hasta el próximo año.


Mejor Película: "El discurso del rey"

¿Por qué va a ganar?: porque, con su afortunada combinación de humor, inteligencia, corazón, espíritu y prestigio (sí, todo eso: todo en uno), ha hecho sentir justos a los más de 6.000 electores de la Academia de Artes y Ciencias en estas últimas semanas de competencia. Porque, aun cuando Red social haya ganado absolutamente todos los galardones de la crítica y se haya llevado los principales Globos de Oro en enero, El discurso del rey ha reclamado los últimos premios del camino: los de los sindicatos de actores, directores y productores. Las otras nominadas: 127 horas, Cisne negro, El ganador, El origen, Los niños están bien, Red social, Toy Story 3, Temple de acero y Lazos de sangre. Quién puede dañarlo todo: el productor Scott Rudin, artífice de Red social, es el único que sabe cómo vencer al señor Harvey Weinstein en sus obsesivas campañas por el Óscar. En un mundo justo: La isla siniestra, un nuevo clásico del terror sicológico dirigido por el cineasta neoyorquino Martin Scorsese, le habría quitado el puesto a cualquiera de las diez finalistas.

Mejor Director: David Fincher por "Red social"

¿Por qué va a ganar?: dicen los diarios de chismes, y lo repiten, sin parar, los blogs de espías de la industria, que en Hollywood no quieren a Fincher por prepotente, pero ¿no es hora de que el director de Seven y Zodiaco, ni más ni menos que Seven y Zodiaco, se lleve el premio Óscar?, ¿no es esta, sin ninguna duda, su mejor película?, ¿no ha estado reivindicando la Academia, en los últimos años, el trabajo de los cineastas de oficio? Los otros nominados: Darren Aronofsky por Cisne negro, Ethan y Joel Coen por Temple de acero, Tom Hooper por El discurso del rey y David O Russell por El ganador. Quién puede dañarlo todo: Hooper, realizador de varios capítulos de la serie John Adams, fue elegido como el Mejor Director del Año por el sindicato de realizadores: que nadie se sorprenda si se queda con el premio. En un mundo justo: al australiano Peter Weir, que hace un trabajo tan brillante como todos los suyos en The Way Back, lo habrían tenido en cuenta.

Mejor Actor Principal: Colin Firth por "El discurso del rey"

¿Por qué va a ganar?: porque ha recibido, hasta ahora, la mayoría de los premios de este año; porque es, por supuesto, un premio a una carrera impecable (Firth ha participado, desde Valmont hasta Solo un hombre, en un buen número de películas importantes); pero también porque su interpretación del tartamudo rey Jorge VI es la más vistosa de toda su filmografía: recuerden que grandes actores, de Dustin Hoffman a Al Pacino, de Daniel Day Lewis a Tom Hanks, se han llevado el Óscar de los últimos veinte años por encarnar grandes personajes con grandes impedimentos. Los otros nominados: Javier Bardem por Biutiful, Jeff Bridges por Temple de acero, Jesse Eisenberg por Red social y James Franco por 127 horas. Quién puede dañarlo todo: si hay algún premio seguro esta vez, si se puede apostar por algo en esta edición de los Óscar, es por el premio a Colin Firth. En un mundo justo: Leonardo DiCaprio, brillante tanto en La isla siniestra como en El origen, habría sido el gran favorito para llevarse un primer premio de estos.

Mejor Actriz Principal: Natalie Portman por "Cisne negro"

¿Por qué va a ganar?: porque la Academia de Hollywood tiende, con todo lo mal que suena, a premiar actrices bonitas que además tienen un talento y un valor que dejan con la boca abierta (piensen en algunas de las últimas ganadoras: Halle Berry, Nicole Kidman, Reese Witherspoon), y la joven Portman, que desde El perfecto asesino hasta Cisne negro se ha convertido en una respetada veterana de la industria, ha encontrado al fin un papel en el que prueba que está dispuesta a todo. Las otras nominadas: Annette Bening por Los niños están bien, Nicole Kidman por Rabbit Hole, Jennifer Lawrence por Lazos de sangre y Michelle Williams por Blue Valentine. Quién puede dañarlo todo: Bening, claro, por su trayectoria, por su popularidad, por su estupenda interpretación de esposa en crisis. En un mundo justo: Julianne Moore estaría disputando el premio por su actuación en Los niños están bien.

Mejor Actor de Reparto: Christian Bale por "El ganador"

¿Por qué va a ganar?: no solo ha obtenido los principales premios de la temporada, desde el del sindicato de los actores –el SAG– hasta el Globo de Oro, sino que completa 25 años de papeles memorables en Hollywood: de paso, con este papel se deshace de la voz impostada de su exitoso Batman. Los otros nominados: John Hawkes por Lazos de sangre, Jeremy Renner por Atracción peligrosa, Mark Ruffalo por Los niños están bien y Geoffrey Rush por El discurso del rey. Quién puede dañarlo todo: el brillante Rush, que interpreta al “entrenador vocal” del rey y que ha participado en algunas de las más importantes películas de los últimos quince años (de Shine a Munich), acaba de ganarse el premio de la Academia Británica. En un mundo justo: Justin Timberlake, genial, en Red social, en el papel del odioso creador de Napster, habría conseguido al menos una nominación.

Mejor Actriz de Reparto: Melissa Leo por "El ganador"

¿Por qué va a ganar?: entre todos los personajes memorables de El ganador, el que interpreta Leo, la madre entre mafiosa y bruja de los dos hermanos protagonistas, es quizás el más impactante: la actriz, que se dio a conocer en la Academia de Hollywood con su papel en Río helado, se ha ganado todos los premios de estas semanas: entre estos, los de los críticos, el Globo y el SAG. Las otras nominadas: Amy Adams por El ganador, Helena Bonham Carter por El discurso del rey, Hailee Steinfeld por Temple de acero, Jacki Weaver por Animal Kingdom. Quién puede dañarlo todo: el trabajo de Steinfeld, la niña adulta de 14 años de la película del oeste de los hermanos Coen, no es solo memorable, sino que puede llegarles al corazón a los emotivos miembros de la Academia: Tatum O’Neal (Luna de papel) y Anna Paquin (El piano) ganaron el Óscar a los 11. En un mundo justo: Mila Kunis, completamente entregada a su perverso papel de Cisne negro, habría entrado en el grupo finalista.

Otros premios:

Mejores Efectos Especiales: probablemente sea El origen, la exigente y exitosa superproducción de ciencia ficción dirigida por Christopher Nolan, la película a vencer en esta categoría. Mejor Fotografía: Temple de acero, la estupenda película de vaqueros de los hermanos Coen, cuenta con una maravillosa cinematografía a cargo del prestigioso, nueve veces nominado pero jamás premiado, Roger Deakins. Mejor Banda Sonora: la extraordinaria música de Red social, compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross, subraya la angustia de sus protagonistas desde el comienzo hasta el final. Mejor Canción: We Belong Together, la canción de la tercera entrega de Toy Story, le dará al siempre brillante Randy Newman su segunda estatuilla. Mejor Guion Original: el guion de El discurso del rey, un drama sólido firmado por David Seidler, aparece insistentemente en las predicciones de los reporteros de Hollywood, pero el enrevesado texto de El origen, que acaba de ganarse el reconocimiento del sindicato de
escritores, podría arrebatárselo. Mejor Guión Adaptado: el de Red social, una proeza más del mismo Aaron Sorkin que se inventó la serie The West Wing, es insuperable. Mejor Película Animada: Toy Story 3, el brillante cierre de una trilogía que cambió la historia del cine animado, merece todos los premios que quieran darle. Mejor Película Extranjera: no parece sensato descartar al nuevo melodrama de la realizadora danesa Susanne Bier, En un mundo mejor, aunque la poderosa Incendies, del canadiense Denis Villeneuve, que sigue a un par de hermanos en un curioso viaje por Oriente Medio en busca de sus raíces, tenga todas las de ganar. Mejor Documental: se dice que el pulso entre Inside Job o Exit Through the Gift Shop, dos obras memorables, se decidirá a favor de la primera.
Por Ricardo Silva Romero
Semana.com

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