Clint Eastwood
Empezó su carrera como John Wayne y a este ritmo la acabará como John Ford. A sus 80 años Clint Eastwood cuenta con 66 películas como actor y 32 como director, las seis últimas realizadas en menos de cuatro años. Más allá de la vida le acerca a la mortalidad pero Eastwood no tiene prisa. Tampoco miedo. Hay quien quiere ver en esta historia sobre el otro lado de la muerte una reflexión del ganador de cuatro oscars sobre un inevitable final. El realizador, retirado de la interpretación, dice que solo ha buscado algo nuevo que contar. Una vez más fue contracorriente con un rodaje rápido, barato y sin alharacas para realizar un filme que la musa de sus últimas películas, Matt Damon, define como "la película francesa de Clint". Toda una ironía para un genio genuinamente estadounidense que, como todos los grandes, se niega a morir.
Pregunta. Es inevitable preguntarle si cree en la vida después de la muerte.
Respuesta. La mayor parte de la población quiere creerlo. Lo mismo con las religiones, todas creen que existe algo después de la muerte. A mí lo que me interesó del guión de Peter Morgan no es la reflexión sobre la muerte sino la presencia de un héroe que no quiere serlo, la idea de una vida que, como él mismo dice, solo se mueve entorno a la muerte y por ello no merece la pena ser vivida.
P. Pero su creencia, ¿cuál es?
R. No pienso en el más allá, en lo que quiera que haya después de la muerte, si es que lo hay. Prefiero pensar que solo tenemos una oportunidad de vivir en este mundo y mejor que la aprovechemos al máximo.
P. Practica con el ejemplo, cabría decir.
R. Nunca he sido un tipo nostálgico. Vivo en el presente una vida maravillosa y no tengo quejas ni nostalgias.
P. ¿Alguna vez pensó que llegaría tan lejos?
R. Todo el mundo sueña algo así ¿no? Todo el mundo sueña con ser lo mejor, tiene esa ambición. Recuerdo cuando hice Escalofrío en la noche que pensé: "Si esto sale bien algún día podré ganarme la vida detrás de la cámara porque quizá a los 78 años ya no quiera verme en pantalla [risas]". Pero he hecho lo que hecho y está siendo un gran viaje.
P. Sus deseos se han visto cumplidos al pie de la letra. ¿Es más agradable contar con Matt Damon como su álter ego delante de la cámara?
R. Matt es un actor de verdad sin nada de pose. Y eso se ve en su trabajo. Es capaz de ofrecer una interpretación tan sutil que ni parece que esté actuando. Sin trucos. Alguien con un gran éxito que además quiere seguir expandiéndose. Un gran guionista que estoy seguro será un gran director. Estoy seguro que lo querrá intentar en algún momento.
P. Siendo una de sus películas más intimistas, Más allá de la vida también es el largometraje con más efectos especiales de su carrera. ¿Le interesan los avances tecnológicos en el cine?
R. Desafortunadamente todavía no he visto Avatar, pero veo la evolución de Hollywood como una búsqueda de nuevas fronteras. Yo me podía haber contentado haciendo el género de películas por el que me di a conocer hace unos años. Pero en la última década preferí buscar algo diferente. No es inseguridad, se trata de experimentar. Uno siempre aprende algo nuevo. Como en los efectos especiales. Lo malo es que son prohibitivamente caros.
P. Dinero que se ahorra en sus bandas sonoras... ¿Qué proceso emplea al componer su música?
R. Depende de la película. En ocasiones tengo la música en la cabeza antes de empezar a rodar, como en Sin perdón. En este caso, como me pasó con El intercambio, la música me llegó cuando estaba en la sala de montaje, momento en el que buscas los sonidos de tu película. Para mí, la música no tiene por qué imponerse sobre el resto de los elementos del filme: lo mismo que siempre me ha gustado la música, también me atraen los silencios.
P. ¿Qué le espera después de Más allá de la vida ?
R. Leonardo [DiCaprio] quiere protagonizar J. Hoover, así que empezamos este año. Obviamente se trata de una película con aspectos biográficos, así que buscamos un cierto reflejo de la realidad. También habrá algo de especulación, ciertas libertades. Cada película tiene un nuevo horizonte que conquistar.
Me llaman mucho la atención estas palabras de Clint Eastwood, porque cada vez que veo una cinta de él, es lo que más me produce, nostalgia. A propósito del estreno de "Más allá de la vida", una entrevista concedida a Diario El País de España.
Empezó su carrera como John Wayne y a este ritmo la acabará como John Ford. A sus 80 años Clint Eastwood cuenta con 66 películas como actor y 32 como director, las seis últimas realizadas en menos de cuatro años. Más allá de la vida le acerca a la mortalidad pero Eastwood no tiene prisa. Tampoco miedo. Hay quien quiere ver en esta historia sobre el otro lado de la muerte una reflexión del ganador de cuatro oscars sobre un inevitable final. El realizador, retirado de la interpretación, dice que solo ha buscado algo nuevo que contar. Una vez más fue contracorriente con un rodaje rápido, barato y sin alharacas para realizar un filme que la musa de sus últimas películas, Matt Damon, define como "la película francesa de Clint". Toda una ironía para un genio genuinamente estadounidense que, como todos los grandes, se niega a morir.
Pregunta. Es inevitable preguntarle si cree en la vida después de la muerte.
Respuesta. La mayor parte de la población quiere creerlo. Lo mismo con las religiones, todas creen que existe algo después de la muerte. A mí lo que me interesó del guión de Peter Morgan no es la reflexión sobre la muerte sino la presencia de un héroe que no quiere serlo, la idea de una vida que, como él mismo dice, solo se mueve entorno a la muerte y por ello no merece la pena ser vivida.
P. Pero su creencia, ¿cuál es?
R. No pienso en el más allá, en lo que quiera que haya después de la muerte, si es que lo hay. Prefiero pensar que solo tenemos una oportunidad de vivir en este mundo y mejor que la aprovechemos al máximo.
P. Practica con el ejemplo, cabría decir.
R. Nunca he sido un tipo nostálgico. Vivo en el presente una vida maravillosa y no tengo quejas ni nostalgias.
P. ¿Alguna vez pensó que llegaría tan lejos?
R. Todo el mundo sueña algo así ¿no? Todo el mundo sueña con ser lo mejor, tiene esa ambición. Recuerdo cuando hice Escalofrío en la noche que pensé: "Si esto sale bien algún día podré ganarme la vida detrás de la cámara porque quizá a los 78 años ya no quiera verme en pantalla [risas]". Pero he hecho lo que hecho y está siendo un gran viaje.
P. Sus deseos se han visto cumplidos al pie de la letra. ¿Es más agradable contar con Matt Damon como su álter ego delante de la cámara?
R. Matt es un actor de verdad sin nada de pose. Y eso se ve en su trabajo. Es capaz de ofrecer una interpretación tan sutil que ni parece que esté actuando. Sin trucos. Alguien con un gran éxito que además quiere seguir expandiéndose. Un gran guionista que estoy seguro será un gran director. Estoy seguro que lo querrá intentar en algún momento.
P. Siendo una de sus películas más intimistas, Más allá de la vida también es el largometraje con más efectos especiales de su carrera. ¿Le interesan los avances tecnológicos en el cine?
R. Desafortunadamente todavía no he visto Avatar, pero veo la evolución de Hollywood como una búsqueda de nuevas fronteras. Yo me podía haber contentado haciendo el género de películas por el que me di a conocer hace unos años. Pero en la última década preferí buscar algo diferente. No es inseguridad, se trata de experimentar. Uno siempre aprende algo nuevo. Como en los efectos especiales. Lo malo es que son prohibitivamente caros.
P. Dinero que se ahorra en sus bandas sonoras... ¿Qué proceso emplea al componer su música?
R. Depende de la película. En ocasiones tengo la música en la cabeza antes de empezar a rodar, como en Sin perdón. En este caso, como me pasó con El intercambio, la música me llegó cuando estaba en la sala de montaje, momento en el que buscas los sonidos de tu película. Para mí, la música no tiene por qué imponerse sobre el resto de los elementos del filme: lo mismo que siempre me ha gustado la música, también me atraen los silencios.
P. ¿Qué le espera después de Más allá de la vida ?
R. Leonardo [DiCaprio] quiere protagonizar J. Hoover, así que empezamos este año. Obviamente se trata de una película con aspectos biográficos, así que buscamos un cierto reflejo de la realidad. También habrá algo de especulación, ciertas libertades. Cada película tiene un nuevo horizonte que conquistar.
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