La premiación del XXII Salón Nacional de Arte del Centro Cultural Sampedrano me dejó, entre otras cosas, las siguientes observaciones. En primer lugar noté la poca competitividad que existe por parte de los autores sampedranos en comparación con artistas de otras ciudades. Otro aspecto sería la decadencia del arte en esta ciudad reflejada en la calidad de las obras.
Me llama la atención sobre todo la poca e ingenua creación que hay en una ciudad tan rica en temas y motivos como lo es San Pedro Sula, lo cual refleja la poca creatividad de los autores, la falta de académicos en esta rama del arte y cierto complejo que amenaza con dejar una mediocre producción para San Pedro Sula.
Hago especial mención de la voluntad y cortesía de los organizadores que año con año realizan este evento, pero en especial este año que bajo nueva administración convocó a 167 obras de 106 participantes, lo que demuestra la riqueza artística del país.
La exposición pictórica nos permitió a los presentes disfrutar de una rica variedad temática, estética y técnica por parte de la mayoría de los participantes. Aunque algunos trabajos no estuvieron a la altura del evento y quizá no merecían ni siquiera ocupar el espacio que se le asignó -incluido el individuo que exigía mayor respeto para su cuadro de un niño lenca-. Me llamó la atención la obra ganadora (Profecía 2012) sobre las demás participantes, justo premio diría, sin embargo, su autor me dejó dudas cuando un grupo de amigos le consultó ciertos detalles técnicos y no supo responder. Lo entendí de alguna manera, pero me pareció imperdonable e incluso fatal, para un pintor egresado de una escuela de artes.
1 comentario:
Murvin me parece desacertado de tu parte expresarte de manera tan despectiva de los artistas de la costa norte. Creo que aquí en San Pedro Sula hay mucho talento, pero apuesto que el jurado da más peso a artistas egresados de Bellas Artes como ese tal Fancolini (así se llama?) En general la muestra pictórica me pareció muy buena y se de algunos que mandaron y que no fueron expuestos y sí merecían estar. Abur.
Publicar un comentario