Micah P. Hinson
"Te puedes perder en la vida siguiendo a gente que hace cosas inútiles y que no aportan nada. Es lo que le pasa a mi personaje principal, un paria a la deriva. Pero siempre hay esperanza", así ha resumido Micah P. Hinson, en una rueda de prensa, el mensaje de esa novela que no esconde ciertos tintes autobiográficos.
Con un pasado difícil, marcado por una familia ultra religiosa, las drogas y la indigencia, Hinson ha reconocido ser "parte de cada personaje", especialmente del protagonista, un "joven perdido" llamado Paul que encuentra en la escritura su motivación personal.
"No voy a salir de aquí" bebe explícitamente de autores de la "Generación Beat" estadounidense, como Jack Kerouac, y autores "malditos" como Charles Bukowski, quien introdujo en el mundo de la literatura a Hinson en sus años de estudiante. "Desde al escuela sólo me interesaba la literatura, en lo otro era mal estudiante. Pero la aborrecía porque me hacían leer autores como Byron. Hasta que encontré a Bukowski", ha explicado el cantautor, quien durante la rueda de prensa ha consultado en más de una ocasión una desgastada edición de "En el camino", de Kerouac.
Hinson ha reconocido ser un "consumidor compulsivo" de sus referentes literarios, como la veintena de veces que ha leído "Miedo y asco en las Vegas", de Hunter. S. Thompson, pero ha confesado no haber leído a ningún autor español. El cantautor, que esta noche presenta en el Palau de la Música su nuevo trabajo, "Micah P. Hinson and the Pioneer Saboteurs", ha reconocido dedicarse a la música, antes que a la literatura, por puro pragmatismo.
"En un mundo en el que lo monetario se impone, uno tiene que pagar sus facturas. Vi que con la música era más sencillo sobrevivir", ha contado el cantante. Querido en tierras españolas, como demuestra que "No voy a salir de aquí" se ha editado antes en castellano (Alphadecay) que en inglés, Hinson está trabajando en su segunda novela, "The Great American Novel", una crítica a la falta de una obra de referencia actual para las nuevas generaciones de americanos.
Su malditismo
Hinson ha estado perseguido por su figura de cantante maldito, que arrastra por un pasado tumultuoso, lleno de historias con drogas, "femmes fatales" o indigencia. Una etiqueta que, a sus 29 años y tras romance y boda, parece haber quedado atrás incluso para los medios. "Cada vez me preguntan menos, aunque en su momento fue positivo que se creara esta leyenda mi alrededor. Me ayudó a olvidar mis auténticos momentos personales", ha puntualizado el artista.
Hinson, que en España ha cosechado un enorme éxito desde que publicara en 2004 "Micah P. Hinson and the Gospel of Progress", representa un cantante americano atípico. Hechos como que es un enamorado de su Texas natal, crítico con la gestión de Obama en materias como la reforma sanitaria o seguidor de la Iglesia de Cristo, se entremezclan con una estética moderna marcada por las dilataciones, una voz profunda y desgastada y una lírica personal y cruda, aunque poética. El combinado perfecto para entretener a la derecha y a la izquierda mientras va trazando su propio camino.
Con un pasado difícil, marcado por una familia ultra religiosa, las drogas y la indigencia, Hinson ha reconocido ser "parte de cada personaje", especialmente del protagonista, un "joven perdido" llamado Paul que encuentra en la escritura su motivación personal.
"No voy a salir de aquí" bebe explícitamente de autores de la "Generación Beat" estadounidense, como Jack Kerouac, y autores "malditos" como Charles Bukowski, quien introdujo en el mundo de la literatura a Hinson en sus años de estudiante. "Desde al escuela sólo me interesaba la literatura, en lo otro era mal estudiante. Pero la aborrecía porque me hacían leer autores como Byron. Hasta que encontré a Bukowski", ha explicado el cantautor, quien durante la rueda de prensa ha consultado en más de una ocasión una desgastada edición de "En el camino", de Kerouac.
Hinson ha reconocido ser un "consumidor compulsivo" de sus referentes literarios, como la veintena de veces que ha leído "Miedo y asco en las Vegas", de Hunter. S. Thompson, pero ha confesado no haber leído a ningún autor español. El cantautor, que esta noche presenta en el Palau de la Música su nuevo trabajo, "Micah P. Hinson and the Pioneer Saboteurs", ha reconocido dedicarse a la música, antes que a la literatura, por puro pragmatismo.
"En un mundo en el que lo monetario se impone, uno tiene que pagar sus facturas. Vi que con la música era más sencillo sobrevivir", ha contado el cantante. Querido en tierras españolas, como demuestra que "No voy a salir de aquí" se ha editado antes en castellano (Alphadecay) que en inglés, Hinson está trabajando en su segunda novela, "The Great American Novel", una crítica a la falta de una obra de referencia actual para las nuevas generaciones de americanos.
Su malditismo
Hinson ha estado perseguido por su figura de cantante maldito, que arrastra por un pasado tumultuoso, lleno de historias con drogas, "femmes fatales" o indigencia. Una etiqueta que, a sus 29 años y tras romance y boda, parece haber quedado atrás incluso para los medios. "Cada vez me preguntan menos, aunque en su momento fue positivo que se creara esta leyenda mi alrededor. Me ayudó a olvidar mis auténticos momentos personales", ha puntualizado el artista.
Hinson, que en España ha cosechado un enorme éxito desde que publicara en 2004 "Micah P. Hinson and the Gospel of Progress", representa un cantante americano atípico. Hechos como que es un enamorado de su Texas natal, crítico con la gestión de Obama en materias como la reforma sanitaria o seguidor de la Iglesia de Cristo, se entremezclan con una estética moderna marcada por las dilataciones, una voz profunda y desgastada y una lírica personal y cruda, aunque poética. El combinado perfecto para entretener a la derecha y a la izquierda mientras va trazando su propio camino.
Tomado de Diario ABC
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